Embolia Pulmonar

Causas, Síntomas y Tratamiento

¿Qué es una Embolia Pulmonar?

La embolia pulmonar (EP) es una afección grave que ocurre cuando un coágulo de sangre (trombo) se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta alojarse en las arterias de los pulmones, bloqueando el flujo de sangre. Esta obstrucción puede ser potencialmente mortal si no se trata a tiempo.

Diagnóstico:

Tomografía computarizada (angio-TC):

Para visualizar los vasos pulmonares.

Gammagrafía pulmonar:

En pacientes que no pueden recibir medio de contraste.

Análisis de sangre (Dímero D):

Para detectar presencia de coágulos.

Ecocardiograma:

Cuando se sospecha sobrecarga del corazón derecho.

Causas de la Embolia Pulmonar

La mayoría de las embolias pulmonares se originan por trombos que se forman en las venas profundas de las piernas, una condición conocida como trombosis venosa profunda (TVP). Estos trombos pueden desplazarse hasta los pulmones y causar una embolia. Las principales causas incluyen:

Inmovilización prolongada (viajes largos, hospitalización).
Cirugías mayores.
Cáncer y tratamientos oncológicos.
Tabaquismo y obesidad.
Uso de anticonceptivos hormonales.
Embarazo y postparto.

Síntomas de la Embolia Pulmonar

Los síntomas de una embolia pulmonar pueden variar según el tamaño del coágulo y la salud general del paciente. Los más comunes son:

Dificultad repentina para respirar.
Dolor en el pecho que empeora al respirar profundamente.
Palpitaciones o ritmo cardiaco acelerado.
Tos, que puede incluir sangre.
Mareos, desmayos o fatiga excesiva.

Tratamiento:

El tratamiento de la embolia pulmonar se orienta a disolver o evitar el crecimiento del trombo:

  • Anticoagulantes: como la heparina o warfarina.
  • Trombolíticos: medicamentos para disolver coágulos en casos graves.
  • Filtro en vena cava inferior: en casos de contraindicación para anticoagulantes.
  • Oxígeno suplementario y cuidados intensivos si es necesario.

Prevención de la Embolia Pulmonar:

La mejor manera de prevenir una embolia pulmonar es evitar la formación de trombos. Algunas medidas incluyen:

  • Movilizarse frecuentemente durante viajes largos.
  • Usar medias de compresión.
  • Realizar ejercicios de movilidad en el hospital.
  • Uso preventivo de anticoagulantes en pacientes con riesgo elevado.