Inmovilización
factores de riesgo
Inmovilización

La inmovilización prolongada es un factor de riesgo importante para desarrollar tromboembolismo venoso (TEV), que incluye trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP). Cuando el cuerpo está en reposo durante largos periodos, como después de una cirugía o debido a una enfermedad grave, la circulación sanguínea se ve comprometida, aumentando la probabilidad de que se formen coágulos.
¿Por qué la inmovilización aumenta el riesgo de tromboembolismo?
Disminución del flujo sanguíneo:
La falta de movimiento reduce la circulación en las extremidades, especialmente en las piernas, favoreciendo la formación de coágulos.
Estasis venosa:
En situaciones de inmovilización prolongada, las venas no pueden «bombear» la sangre de vuelta al corazón con la misma eficiencia.
Inflamación:
En algunos casos, la inmovilización puede desencadenar procesos inflamatorios que contribuyen a la formación de trombos.
Condiciones de favorecen la inmovilización:
Las condiciones que favorecen la inmovilización incluyen:
Hospitalización prolongada.
Recuperación postquirúrgica.
Viajes largos en avión o coche.
Enfermedades que limitan el movimiento (como accidentes, parálisis, etc.).
¿Cómo se puede prevenir?
Existen varias medidas para prevenir la trombosis venosa profunda durante la inmovilización:
Movilización temprana: Siempre que sea posible, se debe mover al paciente tan pronto como sea seguro.
Uso de medias de compresión: Ayudan a mejorar la circulación en las piernas.
Anticoagulantes: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para reducir el riesgo de coágulos.